Agenda mediática: Evolución de las noticias por temas y por año
En el marco del trabajo del observatorio de medios fueron seleccionados tres diarios y dos semanarios, y se relevaron un total de 1124 noticias. Al analizar la distribución de noticias por medio, se observa que el 42% se concentra en el diario El País, seguido por La Diaria con casi un 19%. Si bien la mayor cantidad de entradas de El País y La Diaria podrían explicarse en función de la frecuencia diaria (en relación a los semanarios); en el caso de El Observador (diario) esto no se verifica, ya que presenta un porcentaje menor de entradas que Búsqueda (semanario). Además, es necesario matizar la dinámica de publicación en el escenario de digitalización en que se encuentra la prensa.
En lo que refiere a géneros periodísticos aparece una marcada tendencia a los artículos de información, con casi un 78%, en relación a otros géneros como entrevistas, columnas de opinión o editoriales. Las columnas de opinión aparecen como el segundo género con mayor frecuencia (7% de entradas). Solo en dos medios, El País y Búsqueda, se observa una sección destinada a “cartas de lectores”, que totalizan un 6% de las entradas.
Los géneros “editoriales” (1.5%) y “entrevistas” (2.7%), en relación por ejemplo a “cartas de lectores” (16%), destinan poco espacio al abordaje de los temas de movilidad humana. Durante el período analizado se publicaron 14 editoriales: El País (13) y El Observador (1); y el medio que publicó un mayor porcentaje de entrevistas fue Brecha.
Cantidad de noticias por año
Si se observa la distribución de noticias por año se aprecia un mayor número de noticias durante 2015 y 2016, relacionadas a la cobertura de los planes de reasentamiento de población siria refugiada en Líbano y de personas detenidas en Guantánamo. El número de noticias aumenta en los períodos de mayor conflicto entre destinatarios de los programas y autoridades, lo que explica los picos de 2016 y 2017. Las temáticas abordadas durante 2017 y 2018 están vinculadas a migraciones latinoamericanas, al mismo tiempo que se observa un importante descenso del número general de noticias. En el año 2019, lo que caracteriza a la cobertura mediática es la construcción de noticias en torno a vivienda y documentación. En 2020, año signado por la pandemia de Covid-19, la declaración de emergencia sanitaria y el consecuente cierre de fronteras, encontramos un aumento en la cobertura de prensa sobre movilidad humana. Este aumento se explica en la atención dada al ingreso de personas a través de las fronteras con Argentina y Brasil, y al impulso que se dió desde el gobierno a la llegada de ciudadanos argentinos.
La agenda mediática: evolución de las noticias por temas y años
Los años 2014, 2015 y 2016 son los que presentan mayores entradas asociadas a la cobertura de los planes oficiales de reasentamiento. La cobertura de estos dos fenómenos (planes de reasentamiento y personas detenidas en Guantánamo), en general, fue realizada de forma conjunta y comparten características similares: dar protagonismo a los argumentos oficiales con la intención de criticar las políticas públicas sobre movilidad humana en Uruguay y señalar aspectos culturales y religiosos “problemáticos” de esos colectivos. También se aprecia un marcado y excesivo énfasis en la cobertura sobre los ex-detenidos de Guantánamo, que se profundiza durante los momentos de reclamos y manifestaciones públicas de esos colectivos como, por ejemplo, los casos de huelga de hambre y la detención fuera de las fronteras nacionales de uno de los integrantes del grupo.
En 2017 y 2018 se registra un número menor de entradas, que coincide con la caída de la cobertura de los dos planes de reasentamiento; momento en el cual la migración latinoamericana pasa a tener un rol protagónico en los medios, pero sin generar los mismos volúmenes de información de 2014/16. La misma evolución también se observa cuando se analiza las temáticas que abordan las entradas catalogadas como artículo/información. Una vez que la cobertura sobre refugio y reasentamiento deja de tener la atención de los medios, comienzan a aparecer noticias relacionadas a cuestiones tales como: mercado laboral, documentación y acceso a derechos. En 2019 el acento en la cobertura de migraciones latinoamericanas no fronterizas se sostiene, y resalta la temática de vivienda, que duplica el espacio que ocupa en la distribución de temas principales por noticia. Comienzan a tomar relevancia coberturas que apuntan a la sociedad nacional, y se refiere al impacto en diferentes ámbitos sociales de las dinámicas de movilidad humana presentes en ese período.
El año 2020 representa una transformación en el tipo de cobertura, aumentando la presencia de noticias vinculadas a planes y toma de decisiones de los poderes públicos. Este aumento se explica en las restricciones a la movilidad que causó la declaración de emergencia sanitaria, el cierre de fronteras y la construcción mediática de las personas migrantes como posibles vectores de expansión del virus. Por otro lado, ya desde 2019, pero con más fuerza en 2020, la posible llegada de personas desde Argentina, las características socioeconómicas de esa migración “deseada” y las medidas del gobierno para atraerla toman protagonismo en la agenda mediática.
El abordaje periodístico
En función del análisis realizado sobre los seis medios se observa que:
Este último punto es importante a destacar, porque se supone que hay diferentes filtros y gente que supervisa el trabajo que se realiza en la redacción de un medio. Sin embargo, parece haber un gran «mimetismo» entre los medios de comunicación: lo que hace un medio que es referente lo terminan haciendo los otros.
Para los medios, en general, los inmigrantes son protagonistas de dos tipos de noticias;
a) o se les trata de forma paternalista (por ejemplo, situaciones de vida y/o superación en el lugar de origen), donde el periodista habla de su integración a través de los negocios y otros temas en los que «funcionan bien»; o
b) como centro de conflictos, personas detenidas con las que rara vez hablamos ni tenemos acceso. Esos puntos de vista tan opuestos en las coberturas mediáticas crean una distorsión en las personas que reciben la información.
Es interesante observar que las personas migrantes no son protagonistas de la normalidad, teniendo en cuenta que la normalidad no es noticia en los medios. Tanto cuando “funcionan bien” como cuando son centro de conflictos, el lugar de los inmigrantes en las noticias refiere a distorsiones con la normalidad: se resaltan cambios, conflictos y novedades en el espacio público y la vivienda, transformaciones que traen al mercado de trabajo, nuevas posibilidades en el mundo de los negocios, disrupciones y desafíos en relación a los delitos y el accionar de la justicia, emergencias y desbordes frente a las supuestas posibilidades de distintos frentes políticos y administrativos en el marco del Estado, o supuestos nuevos problemas en términos de integración social.
Distribución de temas por año en números totales
Otra de las características del abordaje periodístico refiere a la centralidad de cuestiones estatales. Gran parte de las cuestiones abordadas se refieren a la forma en que los diferentes ámbitos públicos (prestaciones sociales, control en los espacios públicos y vivienda, gestión de la documentación y seguridad social) se ven “afectados” por el fenómeno migratorio. En otro sentido, buena parte de las noticias refieren directamente a anuncios y declaraciones desde el Poder Ejecutivo, y principalmente presidencia, sobre iniciativas para la inmigración o asilo de colectivos muy específicos.
Es interesante destacar que los comunicados y personas en cargos oficiales también aparecen como fuentes centrales en la cobertura de los medios en un 42% del total de entradas. Así mismo, el Estado aparece como protagonista en la cobertura de reclamos o denuncias al gobierno en funciones, en relación a políticas migratorias o iniciativas de reasentamiento.
Temáticas vinculadas al empleo y mercado laboral tienen una representación menor entre las temáticas abordadas, pero mayor en relación a otras cuestiones tales como acceso a derechos, diversidad cultural o cuestiones sociales relacionadas con movilidad humana. Entre estas temáticas, vivienda y educación son las que más sobresalen, concordando con los diagnósticos académicos sobre la temática.
Llama la atención la baja presencia de entradas vinculadas a situaciones de discriminación, racismo y/o xenofobia; que puestas en diálogo con investigaciones desde las ciencias sociales y humanas sobre el fenómeno parecen referir más a una invisibilización de esas situaciones que a un buen estado de situación al respecto. Es reducido el número de entradas que hagan referencia a los aspectos positivos de la migración en relación al carácter cultural o social. Lo positivo es desarrollado en clave económica -tanto en lo referido al mercado de trabajo como a dinámicas empresariales, de inversiones y de propiedad-, en primera instancia, y/o en los beneficios de reforzar la pirámide poblacional envejecida de Uruguay.
En lo que refiere a cuestiones de género, el abordaje está caracterizado por la cobertura de situaciones de violencia de género y violencia intrafamiliar, fundamentalmente vinculadas a la población reasentada y asociadas discursivamente al contexto cultural árabe-musulman. Noticias referidas a trata de personas y explotación sexual también aparecen conectadas en la cobertura con cuestiones de género. Estos dos elementos (trata y explotación sexual) componen un abordaje de las cuestiones de género vinculados a problemáticas sociales, victimizando y problematizando el creciente protagonismo de las mujeres en los procesos de movilidad, su autonomía y capacidad de agencia.
Otros abordajes vinculados a trata y tráfico de personas aparecen relacionados principalmente en función a: la contratación irregular de trabajadores colombianos para la construcción por parte de una empresa nacional y a la situación de un grupo de trabajadores originarios de diversos países africanos que desembarcaron en Montevideo, denunciando a un barco pesquero chino en el que trabajaban en condiciones de esclavitud.
Un elemento significativo y que merece una reflexión en profundidad es el hecho que las coberturas de los diferentes medios no parecen desprenderse diferencias sustantivas en las formas de abordar los temas o en la intervención de las agendas mediáticas en la opinión pública. Sin embargo, cabe destacar que sí se observan matices en las formas en que se presenta y trabajan los temas, por ejemplo, hay un mayor énfasis en la editorialización de ciertas temáticas en algunos medios en relación a otros (combinado también con cartas de lectores que acompañan los lineamientos generales del medio), o un mayor énfasis en entrevistas y/o búsqueda de ciertas fuentes especializadas en determinadas temática.
Otro matiz a señalar lo encontramos en las formas de titular las noticias y en los términos utilizados para referirse a las personas en situación de movilidad o a los acontecimientos referidos. Por ejemplo, el plan de reasentamiento de personas de Guantánamo permitió, específicamente, observar tales distancias: desde “Guantanameros”, pasando por “presos de Guantánamo” hasta “ex-detenidos en Guantánamo”. Estos matices construyen una tónica general donde los medios ponen el énfasis en la cobertura de una determinada temática, invisibilizando otros fenómenos de movilidad que también son relevantes en términos sociales y demográficos.
A partir del año 2020 se empiezan a identificar diferencias en el tratamiento de algunas noticias en función de cada medio. Especialmente para el caso de los argentinos, se observa un seguimiento más sostenido en El País, El Observador y Búsqueda, frente a una casi nula cobertura desde los otros medios. Esto repercute en otras diferencias que se identifican con mayor claridad en este período, como por ejemplo en el uso de fuentes, las temáticas tratadas o la sección en que se ubican las noticias.
Las personas migrantes y refugiadas en los medios
Uno de los objetivos centrales del proyecto fue comprender la forma en que las personas migrantes y refugiadas son presentadas y representadas por los medios de comunicación. El análisis de los titulares revela que si bien el término inmigrantes se sitúa, en algunos casos, en encuadres considerados “positivos”, como el que presenta la contribución económica de la inmigración, la mayoría de los titulares representan la figura de la migración dentro de un marco de conflicto con la sociedad receptora, y rara vez se la vincula con aspectos positivos de carácter cultural o social. La representación discursiva conflictiva de la inmigración (por ejemplo en metáforas tales como: aluvión, ola, desborde, entre otras) podría generar efectos sociocognitivos en el lector, debido a que los aspectos que se mencionan de ese colectivo son, en general, negativos y desprovistos de contexto. Los titulares analizados muestran un fenómeno complejo de modo simplista y asociado solo a problemas, lo que puede generar o reforzar estereotipos, discriminación y exclusión del “otro” en la opinión pública uruguaya.
Además, los editoriales muestran que en el tratamiento de ese fenómeno aparece la propensión a una visión tópica, conflictiva y amenazante. La editorialización sobre la inmigración reitera algunos argumentos que contienen implícitos un discurso fundamentalmente problematizador de ese fenómeno.
Al analizar las cartas de lectores, las columnas de opinión y las editoriales, tres géneros que están más vinculados a opiniones personales, ideológicas y argumentos construidos en evaluaciones experienciales, se encuentra que los medios ponen un énfasis en la descripción y problematización de los flujos migratorios contemporáneas a partir de la comparación con los procesos de inmigración al Uruguay de fines del S XIX y comienzos del S XX. Los resultados de esas operaciones de evaluación pendulan entre resultados positivos, generalmente asociados a las migraciones latinoamericanas, aludiendo a la posibilidad de reedición de un período pasado muy fructífero para el país; y resultados negativos, vinculados a las poblaciones de origen árabe-musulman, identificados como irreconciliablemente distanciados del “buen migrante” del pasado.
Cobertura de prensa en relación a orígenes / nacionalidades
A grandes rasgos es posible definir tres tipos de coberturas diferenciadas en función de los orígenes nacionales agrupados por regiones, que a su vez refieren a procesos de movilidad diferentes.
Por un lado tenemos la cobertura vinculada a los planes oficiales de reasentamiento, que comprendieron dos iniciativas dirigidas a poblaciones y situaciones muy diferentes, pero que quedaron unificadas temporal y temáticamente. Además de la coincidencia temporal, esas iniciativas tuvieron en común que fueron lanzadas por el entonces Presidente de la República, José Mujica, con una fuerte impronta personal y que, además, tuvieron la intención de posicionar internacionalmente al país (y a su presidente). Las dos iniciativas referían a contextos distantes que se asociaron a las problemáticas sociales y económicas de la agenda temática uruguaya, y abordaban sin el debido contexto el proceso de llegada de poblaciones con muy poca tradición de inmigración en el país. Por otro lado, se observa que la cobertura mediática de los planes de asentamiento estuvo atravesada por una fuerte dimensión política que constantemente ponía en juego y analizaba las acciones e inacciones del gobierno de Mujica. Las características de esa población, tales como la lejanía cultural y religiosa, fueron objeto destacado de la cobertura de los medios de comunicación, ya que pusieron el acento en destacar “la poca idoneidad de esos colectivos para integrarse a la sociedad de acogida” tal como se observa en el relevamiento de este trabajo. Así, la población de origen árabe-musulman fue presentada a la opinión pública en clave cultural y culturalista, sobredeterminada por su origen, su historia y su contexto, e imposibilitada de superar esas barreras para cumplir con el mandato de integración.
Un segundo grupo se conforma con las noticias que refieren a migraciones latinoamericanas, con un protagonismo destacado de Perú, República Dominicana, Cuba y Venezuela. Si bien el flujo migratorio de países latinoamericanos no fronterizos comienza a registrarse claramente en 2013, no es hasta 2017 que estas migraciones comienzan a tener una mayor relevancia en la cobertura mediática, sobre todo cuando decrece la cobertura sobre planes de reasentamiento. En el abordaje periodístico que se hace del colectivo migratorio latinoamericano aparecen también algunas diferencias. Por ejemplo, es posible identificar en la cobertura de la población venezolana y cubana un marcado énfasis en cuestiones vinculadas al mercado laboral así como a sus trayectorias educativas; y en el proceso migratorio de la población dominicana se observa un tratamiento vinculado a las vulnerabilidades y sinsabores de ese colectivo. Además, en relación a la población dominicana, también se identificó un énfasis en el abordaje de cuestiones corporales, culturales y de costumbres que tienden a construir diferenciaciones nacionales/raciales entre esa población y la sociedad receptora (ver: Migración dominicana).
Un matiz tanto a estos primer y segundo grupo de noticias es presentado a partir del 2020. Por un lado se produce el seguimiento de las medidas asociadas a los cierres de frontera y limitaciones a la circulación de personas a partir de la declaración de emergencia sanitaria por l COVID-19; en ese caso también se realiza un seguimiento de acciones, inacciones, reclamos y respuestas por parte del gobierno. Por otro lado, aparece el tema de las iniciativas para el establecimiento de residencias legales y fiscales de argentinos en Uruguay; en este grupo de noticias se destaca el protagonismo del presidente Lacalle Pou, y se plantea como novedad noticiosa el ingreso de un colectivo regional con presencia histórica en el país.
Por último, un tercer grupo puede ser definido por las noticias vinculadas a personas migrantes y refugiadas de orígenes diversos que son representadas como “la excepción” o “lo exótico” haciendo énfasis, por un lado, en las diferencias culturales y religiosas; y, por otro, en lo anecdótico o en las “aventuras inusitadas” de sus trayectorias hasta llegar a Uruguay. Historias de amor, situaciones de amenaza o peligro, configuraciones profesionales y educativas aparecen asociadas a personas de nacionalidades tan diversas como Rusia, Polonia, Pakistán, Haití, India, entre otras. En el marco de estos relatos, generalmente construidos como historias de vida, aparecen discursos sobre identidad y nación que incorporan al Uruguay como un país con tradición de recepción de inmigrantes y relativamente bien posicionado en materia de protección de derechos y libertades individuales.
Consideraciones finales
El discurso periodístico tiene un rol fundamental: difundir información y contextualizar los hechos noticiosos con el fin de construir marcos interpretativos en la opinión pública para la convivencia cívica y el fortalecimiento de la democracia. El desafío de los medios de comunicación en Uruguay será entonces, en relación a la migración y durante los próximos años: ¿cómo preguntarse por la interculturalidad sin aludir a la identidad del “otro” como un proceso “amenazante” que se debe “integrar” para evitar disoluciones, quiebres e implosiones identitarias? ¿Cómo pensar los desafíos urgentes dentro del campo de la comunicación para generar espacios de encuentro y de diálogo entre las diferentes culturas identitarias? ¿Cómo gestionar la diversidad sin aludir a un proyecto de sociedad que legitime un proyecto identitario que expulse, excluya y amordace a quienes no caben en la formulación de los parámetros de pertenencia, a quienes no reúnan los requisitos para ser considerados ciudadanos de primera?¿Cómo pensar los nuevos desafíos que introduce la inmigración en la sociedad uruguaya, desde una perspectiva comunicacional, para subvertir los relatos que desde los medios los condenan a ser un problema permanente?